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domingo, 24 de marzo de 2019

UNA RELIGIÓN MÁS PROFÉTICA

A lo largo de toda la Escritura aparecen dos corrientes espirituales preponderantes: la sacerdotal y la profética. La primera gira en torno al templo, el culto, las observancias rituales, la circuncisión, las normas de pureza... La profetica está prácticamente al margen de todo eso, o lo interpreta de una manera diferente, y centra el vínculo con Dios en la justicia, la atención al pobre, la denuncia de la falsa religiosidad, meramente exterior. 

Recordamos textos como estos: "Misericordia quiero, no sacrificios; conocimiento de Dios más que holocaustos"; o tambien: "El ayuno que yo quiero es este: abrir las prisiones injustas, vestir al que va desnudo, no cerrarte a tu propia carne". 
  
El Mesías esperado por Israel era concebido de diversas formas: como un lider político o un rey, como David; como un legislador, como Moisés; como un sumo sacerdote, como Aaron; como un profeta, como Elías o IsaíasAunque los evangelistas juegan con todas esas imágenes para presentar a Jesús a sus comunidades, en lo concreto él no fue un rey, ni un legislador, ni un sacerdote; Jesús fue un profeta, un laico, un hombre de pueblo, conocedor de sus tradiciones, pero libre para mirar más allá de ellas. 

Su postura ante una religiosidad "sacerdotal", es decir, ligada al templo, al culto, a la Ley, fue muy crítica. Él propone revisar todos esos conceptos, asumirlos y vivirlos de una manera nueva.
Así, cuando dialoga con la mujer samaritana le habla de un culto nuevo, ni en Jerusalén ni en otro sitio, sino "en espíritu y verdad". Luego, cuando expulsa a los mercaderes del templo apunta a que el verdadero templo somos nosotros, es su/nuestro cuerpo. Y finalmente a tráves de sus palabras y parábolas nos hacer ver que la verdadera religión consiste en vivir, no de forma estéril, sino dando frutos. Es lo que implica la conocida frase: Ustedes saben que se dijo, pero ahora yo les digo... Es su postura ante el sábado, ante la marginación o el desprecio del prójimo por causas "religiosas", su libertad para reinterpretar las normas y tradiciones lo que revela y manifiesta su condición de profeta y de "Hijo". 

También nosotros tenemos que pasar, en nuestra vida espiritual, de una religiosidad centrada en lo exterior a una más profunda y menos dependiente de ritos, fórmulas, preceptos. No significa que estos no sean valiosos e importantes, sobre todo en determinadas etapas del camino; pero siempre hay que vivir en el Espíritu de Jesús, que fue libre y no se aferro a nada más que al Padre amoroso que puso sus ojos en los más pequeños, y quiere que todos sus hijos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Nota: Cuando digo que Jesús actuó como profeta no estoy definiendo su condición. Jesús es el Hijo, pero su modo de estar entre nosotros fue el de un profeta, lo mismo que su modo de vivir y de hablar, su suerte y su final. A eso me refiero, no a que sea solo un profeta y no el Hijo de Dios en el que todos somos hijos

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Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.