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sábado, 21 de febrero de 2009

Thomas Merton: El Evangelio es ahora.


" ¡Cualquier palabra que viene de Dios es noticia!

Pero nuestra idea de las noticias, nuestra idea periodística de las noticias, podría llevarnos a creer que cualquier palabra es noticia excepto la que venga de Dios. Como si lo dicho por Dios hubiera de estar tan fijado, tan determinado, tan rígido en su forma establecida que nunca pudiera ser nada nuevo, nunca impredecible, nunca asombroso, nunca atemorizador.

Los que predican el Evangelio como si no fuera ni pudiera ser noticia, como si nunca pudiera volver a ser noticia, dicen a su manera, y mucho más terriblemente que Nietzche, que "Dios a muerto". Lo declaran oficialmente, lo proclaman, no como la paradoja de un excéntrico, sino como la doctrina de su iglesia.

¿Qué hace al evangelio ser noticia? La fe, que es creada en nosotros por Dios y con la cual lo oímos como noticia. Esta aceptación de la fe, este nuevo nacimiento en el Espíritu, abre una nueva dimensión en que se reunen el tiempo y la eternidad, en que todas las cosas se hacen de nuevo: eternidad, tiempo, nuestro yo, el mundo a nuestro alrededor.

Pero la noticia del Evangelio también es más que un descubrimiento personal y subjetivo, mi propia toma de conciencia aquí y ahora, de un mensaje universal. Es cierto que lo que es conocido por todos los que han creído llega a ser conocido también por mí, con alabanza, con asombro, con la luz creativa y la paz de la oración interior. Y mi descubrimiento debe enriquecer en cierto sentido la luz y la alegría de todos. Pero más que eso: el Evangelio apunta a un suceso futuro que aun no se ha cumplido: la plena revelación de la Gloria y del Reino de Cristo. Ya reina, pero su reino todavía no está manifestado como lo estará.

Pero eso lleva consigo otra tentación: la falsa noticia de los que tienen demasiado mensaje, un mensaje demasiado claro: "Mirad, ahí está Cristo, ahí precisamente. Y nosotros somos los que os lo hemos encontrado". Tienen la fecha y la hora de su venida, y ellos mismos forman parte de la noticia. Una parte muy importante, por cierto. La segunda venida es noticia de ellos.

No hay que creer tal noticia. El propio evangelio es mucho más sencillo. Ahora es el juicio del mundo, y la más nueva de todas las noticias, porque es el sencillo e inescrutable corazón de todos, la vida y el latido de toda historia de todo hombre y de toda raza y de toda nación.

El Evangelio es la noticia de que, si quiero, puedo responder ahora con perfecta libertad al amor redentor de Dios al hombre en Cristo, de que ahora puedo elevarme por encima de las fuerzas de la necesidad y del mal para decir "si" a la misteriosa acción del Espíriu que transforma el mundo aun en medio de la violencia y de la confusión y de la destrucción que parecen proclamar su ausencia y su "muerte".


Thomas Merton.
"Conjeturas de un espectador culpable".

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La fuerza del AHORA en la vida espiritual. Aquí Merton lo capta muy bien a la hora de releer el Evangelio y hacerlo desde el PRESENTE. Ello es muy importante, porque la TRADICIÖN no puede ser una carga, un lastre, a la hora de interpretar el presente, sino un impulsor, para alcanzar el futuro desde el AHORA.
Mario.

Anónimo dijo...

El Evangelio es siempre noticia nueva y buena. Y para mí, sobre todo, noticia provocadora de una respuesta en el aquí y ahora de cada uno.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.