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lunes, 6 de abril de 2009

La auténtica Libertad.


"La verdadera libertad es la libertad de los hijos de Dios. Alcanzar esa libertad exige una disciplina de una vida entera, pues son muchas las cosas en nuestro mundo que militan contra ella. Los poderes políticos, económicos, sociales e incluso los religiosos, todos ellos quieren someternos para que obedezcamos sus mandamientos y dependamos de sus recompensas.

Más la verdad espiritual que conduce a la libertad es la verdad de que no pertenecemos al mundo sino a Dios, siendo como somos sus amados hijos. Viviendo una vida que vuelva sin cesar a esta verdad de palabra y de obra, avanzaremos poco a poco hacia nuestra auténtica libertad". (Henri NOUWEN).


Si leemos superficialmente este texto de Nouwen parecería que se opone, o pone en duda, las dos entradas anteriores; aquellas hablaban de compromiso con el mundo, esta de soltarnos del mundo para ser libres. En realidad son las dos caras de una misma moneda; la realidad paradójica de lo espiritual, donde el más y el menos son siempre relativos. La palabra "mundo" también tiene diversos modos de ser comprendida, y lo mismo pasa con "espiritual".

Durante estos días, evocando la Pasión de Jesús, tenemos oportunidad de reflexionar y orar en torno a nuestra libertad; las palabras de Nouwen pueden ayudarnos a clarificar nuestra propia verdad:


"Mantengamos nuestra confianza en el Espíritu de Dios que vive en nosotros, para poder vivir libremente en un mundo que nos pone de contínuo en manos de jueces y tasadores".

2 comentarios:

Inés García, aci dijo...

"Estar continuamente entre jueces y tasadores" dentro de la misericordia de Dios en la misericordia que es eterna y nos abarca a todos: es el Camino por el que vamos dando pasos hacia la auténtica libertad.
Es el modo de agrandar nuestros pequeños márgenes de libertad, por la confianza en el Espíritu.

Anónimo dijo...

Es cierto que vivimos en un mundo que está juzgando todo el tiempo. El encuentro con Jesús nos abre a la libertad. Él fue libre como nadie, e hizo de su libertad un camino para la plenitud y el servicio.

Ser parte de todo...

¡Oh Dios! Somos uno contigo. Tú nos has hecho uno contigo. Tú nos has enseñado que si permanecemos abiertos unos a otros Tú moras en nosotros. Ayúdanos a mantener esta apertura y a luchar por ella con todo nuestro corazón. Ayúdanos a comprender que no puede haber entendimiento mutuo si hay rechazo. ¡Oh Dios! Aceptándonos unos a otros de todo corazón, plenamente, totalmente, te aceptamos a Ti y te damos gracias, te adoramos y te amamos con todo nuestro ser, nuestro espíritu está enraizado en tu Espíritu. Llénanos, pues, de amor y únenos en el amor conforme seguimos nuestros propios caminos, unidos en este único Espíritu que te hace presente en el mundo, y que te hace testigo de la suprema realidad que es el amor. El amor vence siempre. El amor es victorioso. AMÉN.
-Thomas Merton-

Santidad es descubrir quién soy...

“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).

LA DANZA GENERAL.

"Lo que es serio para los hombres a menudo no tiene importancia a los ojos de Dios.Lo que en Dios puede parecernos un juego es quizás lo que El toma más seriamente.Dios juega en el jardin de la creación, y, si dejamos de lado nuestras obsesionessobre lo que consideramos el significado de todo, podemos escuchar el llamado de Diosy seguirlo en su misteriosa Danza Cósmica.No tenemos que ir muy lejos para escuchar los ecos de esa danza.Cuando estamos solos en una noche estrellada; cuando por casualidad vemos a los pajaros que en otoño bajan sobre un bosque de nísperos para descansar y comer; cuando vemos a los niños en el momento en que son realmente niños; cuando conocemos al amor en nuestros corazones; o cuando, como el poeta japonés Basho, oímos a una vieja ranachapotear en una solitaria laguna; en esas ocasiones, el despertar, la inversiónde todos los valores, la "novedad", el vacío y la pureza de visión que los hace tan evidentes nos dan un eco de la danza cosmica.Porque el mundo y el tiempo son la danza del Señor en el vacío. El silencio de las esferas es la música de un festín de bodas. Mientras más insistimos en entender mal los fenómenos de la vida, más nos envolvemos en tristeza, absurdo y desesperación. Pero eso no importa, porque ninguna desesperación nuestra puede alterar la realidad de las cosas, o manchar la alegría de la danza cósmica que está siempre allí. Es más, estamos en medio de ella, y ella está en medio de nosotros, latiendo en nuestra propia sangre, lo queramos o no".
Thomas Merton.

ORACIÓN DE CONFIANZA...

“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros

Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.