"Los pobres son el centro de la Iglesia. Pero ¿quiénes son los pobres? En un primer momento, podríamos pensar en personas que no son como nosotros: personas que viven en los barrios bajos, que acuden a los comedores sociales, que duermen en las calles, en las cárceles, en los hospitales psiquiátricos y en los asilos. Pero los pobres pueden estar muy cerca. Pueden estar en nuestra familia, Iglesias o lugares de trabajo. E incluso más cerca: los pobres podemos ser nosotros mismos, cuando no nos sentimos amados o nos sentimos rechazados, desestimados o maltratados.
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
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martes, 28 de abril de 2009
La Iglesia 2.
"Los pobres son el centro de la Iglesia. Pero ¿quiénes son los pobres? En un primer momento, podríamos pensar en personas que no son como nosotros: personas que viven en los barrios bajos, que acuden a los comedores sociales, que duermen en las calles, en las cárceles, en los hospitales psiquiátricos y en los asilos. Pero los pobres pueden estar muy cerca. Pueden estar en nuestra familia, Iglesias o lugares de trabajo. E incluso más cerca: los pobres podemos ser nosotros mismos, cuando no nos sentimos amados o nos sentimos rechazados, desestimados o maltratados.
Ser parte de todo...
-Thomas Merton-
Santidad es descubrir quién soy...
“Es cierto decir que para mí la santidad consiste en ser yo mismo y para ti la santidad consiste en ser tú mismo y que, en último término, tu santidad nunca será la mía, y la mía nunca será la tuya, salvo en el comunismo de la caridad y la gracia. Para mí ser santo significa ser yo mismo. Por lo tanto el problema de la santidad y la salvación es en realidad el problema de descubrir quién soy yo y de encontrar mi yo verdadero… Dios nos deja en libertad de ser lo que nos parezca. Podemos ser nosotros mismos o no, según nos plazca. Pero el problema es este: puesto que Dios solo posee el secreto de mi identidad, únicamente él puede hacerme quien soy o, mejor, únicamente Él puede hacerme quien yo querré ser cuando por fin empiece plenamente a ser. Las semillas plantadas en mi libertad en cada momento, por la voluntad de Dios son las semillas de mi propia identidad, mi propia realidad, mi propia felicidad, mi propia santidad” (Semillas de contemplación).
LA DANZA GENERAL.
Thomas Merton.
ORACIÓN DE CONFIANZA...
“Señor Dios mío, no tengo idea de hacia dónde voy. No conozco el camino que hay ante mí. No tengo seguridad de dónde termina. No me conozco realmente, y el hecho de que piense que cumplo tu voluntad, no significa que realmente lo haga. Pero creo que el deseo de agradarte te agrada realmente. Y espero tener este deseo en todo lo que estoy haciendo. Espero no hacer nunca nada aparte de tal deseo. Y sé que si hago esto, tú me llevarás por el camino recto, aunque yo no lo conozca. Por lo tanto, siempre confiaré en ti aunque parezca perdido y a la sombra de la muerte. No temeré, pues tú estás siempre conmigo y no me dejarás que haga frente solo a mis peligros
Para intercambiar comentarios sobre Thomas Merton y otros maestros contemporaneos del espíritu.
2 comentarios:
Palabras fuertes, las del profeta herido. Para profundizar.
Qué cierto es lo de que hay diferentes tipos de pobreza, como los hay de infiernos. Lo importante es que nuestra Iglesia acoja a todos ellos y les quiera dar respuesta.
Creo que el amor es la mayor riqueza, un paraíso que viste el alma. Por eso no hay hombre más pobre que el no amado. Una pobreza que arrastra a la miseria de vivir el vacio, invisibles, escondernos a la vida, y así se llega a ser nadie e invisibles hasta para uno mismo.
Pero también hay cielos. Al alcance de todos. Sólo nosotros elegimos.
La propuesta que García Montero nos hace en su poema me parece buena (especialmente, se la dedico a los pobres invisibles y escondidos, desnudos de amor…)
Disciplina secreta
" La casa como barco
en alta mar de junio.
Las calles como trenes
de noche sosegada.
Estas cosas no pasan en el mundo.
Estoy por afirmar
que ahora vivo en un libro de poemas.
Pero si tú me miras,
decidida a existir
desde el fondo templado de tus ojos,
también existe el mundo.
Y muy probablemente
yo acabaré por existir contigo. "
(Luis García Montero)
La comunión de los santos que vivimos por la liturgia en la Eucaristía hace que entremos en comunión con los sufrimientos y alegrías de todos los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Nowen tiene claridad al expresarse en este tema, y esto nos da una nueva luz para que la fe se afiance cada vez más en el encuentro sencillo con los demás, especialmente cuando nos reconocemos pobres entre los pobres.
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